Artículo escrito por Dr. Santos Martin, oncólogo especializado en la aplicación de la dieta cetogénica contra patologías.
La COVID, cuando parecía que la teníamos dominada, ha comenzado en algunos países a mostrar cifras de infectados como en los peores momentos de la pandemia. Sobre las causas de esto y qué hacer se escribe mucho mientras los afectados aumentan.
El peligro de las inflamaciones crónicas
Obesos, hipertensos, diabéticos de tipo II y los que tienen insuficiencia renal, son los que tienen peores cartas frente una infección por COVID pues en estos hay de fondo una inflamación crónica que, asociada a los problemas que en estas personas encontramos: sedentarismo, masa muscular pobre, ventilación pulmonar escasa, falta de micronutrientes y otros factores permite que, si hay infección, esta puede desencadenar un proceso inflamatorio de alta intensidad.
Además, el lugar donde los virus encuentran la puerta (la famosa proteína S-Pike) para actuar en el organismo, los receptores ACE2, son muy numerosos en el tejido graso y en los casos de niveles de elevados niveles de azúcar en sangre hay datos que indican que estos receptores se incrementan en riñones, corazón pulmones, cerebro, intestino y en el interior de los vasos sanguíneos. Si miramos las causas por las que los pacientes ingresan en las UCIs, pero también, la sintomatología del COVID persistente, vemos que se centra en estos órganos. Tantos muertos nos han dejado clara esta información.
Cuanto más azúcar, más riesgo
Los receptores a los que se unen el virus del COVID-19 desencadenan una serie de modificaciones en el metabolismo de los diferentes tejidos que en caso de asociarse además a unos niveles elevados de azúcar, lo que suele haber producido ya unos daños previos, hace que la infección, en lugar de pasarse como una gripe, más o menos fuerte, produzca múltiples reacciones, sobre todo en pulmones y circulación, siendo estos los principales causas de los casos graves que terminan por precisar respiradores y UCIs por las neumonías y problemas vasculares.
Lamentablemente se ha hablado muy poco, por no decir nada, de lo que uno puede hacer, no para no contagiarse (mascarillas, cantidad de personas en espacios cerrados, ventilación etc.) sino para lograr que, si uno se contagia, la enfermedad no nos haga terminar en un hospital. Por lo anterior se deduce que bajar nuestros niveles de glucemia, perder unos kilos, mejorar nuestro estado físico y musculatura es algo esencial.
El papel de la keto
Para disminuir peso y bajar la glucemia no hay nada mejor que la dieta cetogénica o una Low Carb. Además, si hacemos algo de deporte, los efectos en sangre los podemos ver en pocos días.
"En cetosis, los virus no se pueden replicar con facilidad."
Con o sin vacuna los cuerpos cetónicos modulan la respuesta inmune/metabólica del cuerpo produciendo respuestas controladas y, además, en cetosis, los virus no se pueden replicar con facilidad. En este estado podemos contagiarnos, pero lo normal es que la enfermedad transcurra sin pena ni gloria.
Podemos generar cuerpos cetónicos haciendo la DC (disminuimos azúcares) y/o tomando aceite de cadena media (MCT) que, tras su consumo, se transforman en el hígado en cuerpos cetónicos que producen los efectos mencionados.
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Cómo combatir los efectos secundarios de la vacuna
No sólo es importante el aceite MCT para protegernos de un mal COVID. Las vacunas existentes contra este virus se basan en el estímulo que producen en el cuerpo la información de la proteína S-Spike. Es una infección controlada y por ello, el uso generoso del aceite MCT los días antes de la vacunación y hasta 14 días después, periodo en donde encontramos la mayor parte de los efectos secundarios por vacunas, puede ser una buena medida.
Personalmente, estaría interesado en conocer si personas con elevados niveles de cuerpos cetónicos producen mayor inmunidad y durante más tiempo tras la vacuna o la enfermedad.